domingo, 30 de octubre de 2011

Egipto

Mi sueño de niña era hacer un crucero por el Nilo, probablemente influenciada por la pelicula la Joya del Nilo...la verdad es que te transporta a otro tiempo, es como si vivieras en otro momento y desde luego en otro lugar.
Me resultaron de un gran bellaza los templos y de una extraordinaria perfección las piramides.
Esta vez recorrimos Assouan, Luxor, Hurghada, Alexandria, el Cairo, Sakkara.
Desde hace años tengo la buena costumbre de hacerme por lo menos una vez al año un viaje con mi prima Lotta, una compañera de viaje estupenda.
A las dos nos gusta ir a la aventura y solemos coger los viajes y rutas sobre la marcha y por nuestra cuenta ( alguna vez nos hemos llevado alguno que otro susto pero divertido). Llegamos a Assouan y en el barco nos empezaron a atosigar con escursiones, el guia además era un tremendo borde, ante la sorpresa de la gente no cogimos ninguna y salimos despues de cenar a la calle a dar una vuelta cosa que nos recomendaron no hacer, pasamos por algun que otro hotel pidiendo para ir a Abu Simbe, al final un foraneo nos ofreció quedar a las tres de la madrugada en un callejón para ir todos en Comboy a Abu Simbe, regateamos el precio y a las tres de la mañana allí estabamos las dos rubias...en un callejón a oscuras esperando a alguien que no nos conocía y al que no conociamos...
Nos montamos en el coche, esperamos al comboy y allí partimos casi unas tres horas de viaje como dos reinas, el chico era encantador aunque no tenía ni papa de inglés. Al llegar a Abu nos encontramos con los del barco y con el guia que tenía un rebote considerable, despues fuimos a ver un templo en una isla y nos los volvimos a encontrar a todos.¡ No salían de su asombro de que hubieramos llegado sanas y salvas! Con lo cual al llegar al barco hubo una especie de motín y presentación de gente que quería ir con nosotras el resto del viaje, sin tener que pagar las escursiones ... así fue como comenzó la amistad con un grupo dispar de gente con el que fuimos recorriendo el largo Nilo.
Por cierto el barco estaba muy bien pero no me acuerdo el nombre.
El Cairo, tengo que decir que me impacto, es sobrecogedor, es una ciudad con una pobreza increible, las casas siguen con los ladrillos alzados y con los cimientos al aire por si hay que construir otro piso más para alguien, en el cementerio viven familias enteras y realmente ves a los niños jugando sobre montañas de basura... a mi me puso francamente triste, de hecho estaban con el ramadan y los niños nos pedían comida, se peleaban por ella y los guardias les pegaban y se la quitaban.
Desde el Cairo teniamos pensado Lotta y yo irnos en tren a Alejandría pero al final se apuntaron ocho personas más y nos alquilamos una furgoneta con chofer por muy buen precio a un señor fuera del hotel, porque ya andan al acecho. Alejandria me encantó, es preciosa y en la biblioteca hay varias exposciones que a mi me gustaron mucho. Fue una pasada porque el conductor nos paro en un centro comercial y estaban todos guardando mesa esperando para poder comer a las 6.30 y eramos los únicos turistas.
Fue un viaje agotador pero desde luego valió la pena!
Espero de todo corazón que ahora con el cambio les vaya mejor.





























































el guia borde