miércoles, 5 de octubre de 2011

Cuba

Siempre había tenido ganas de ir a Cuba, me había hecho la idea de que la música se palpaba en el ambiente, que el ritmo lo llevaban dentro y era algo totalmente innato en ellos, evidentemente la realidad siempre es otra...
La Habana tiene  un cierto encanto decadente, vayas por donde vayas puedes vislumbrar edificios impresionantes practicamente derruidos... lo curioso y en cierto modo triste, es que la mayoría estan habitados... En un piso vive toda la familia, tres o cuatro generaciones, muchos procedentes del campo que llegan a la ciudad en busca de trabajo y se quedan con sus familiares más allegados.
En la zona de la Habana vieja, como contraste con lo anterior, los edificios y las plazas están perfectamente cuidadas, es impresionante lo bonita que es...(llena de turistas eso sí!)
Desde el primer momento que sales a la calle te sientes dinero con patas, en seguida ves que están distribuidos por calles o barrios para acercarse al turista( cada uno tiene su territorio y no se mete en el del otro) un truco que tienen muchos es preguntarte la hora, despues de ahí ya te empiezan a acompañar, contandote lo que quieren e intentando llevarte a donde ellos quieren.(llegan a agobiar).
Por otro lado, los turistas llevamos practicamente todos, cosas de primera necesidad para darles, yo la verdad es que no me sentí muy comoda porque realmente lo que hacen es exigirte que les des cosas, o tu camiseta etc.
La sensación que me quedó es que se han acostumbrado al pescado y ya no quieren una caña, aunque no se puede generalizar que en todos lados hay de todo...
Despues de hablar con bastantes cubanos, no sacamos nada claro, porque entre los que estaban a favor de Fidel y los que estaban en contra, te comentaban que compensaba más, trabajar con turistas que ser médico, pero todos se quejaban, por ejemplo los taxistas, de que les pagaban x y que todo estaba controlado, pero no vi ni a uno solo poner el taximetro y cobraban regateando lo que querían, con lo cual no sé yo que control habría ahí...por otro lado también había coches actuales y mansiones, con lo cual lo del comunismo no sé yo...
Si es cierto que hay música por las calles, pero enfocada a exigirte que les compres su disco o que les des propina( era significativa la forma de hacerlo, importaba mas que el hecho), la mayoria tocan en varios grupos en distintos restaurantes.
Hay sitios míticos en los que acabamos todos, como la Zorra y el Cuervo, la Floridita, el Gato Negro, el barrio Chino( es una calle pequeñita pero en el último de todo se come de maravilla), también me encantó la comida en la terraza del Hotel Entre ambos Mundos...
Para desconectar un poco de la ciudad, teneis las playas del este, se puede ir en autobus público, que está muy bien y sale de la plaza que está en frente del Capitolio y del Hotel Inglés, me gustó esa experiencia porque la primera vez que fuimos era domingo y estaba lleno de Cubanos y no había turistas... fue curioso y se estaba muy agusto.
Estuvimos también en Pinar del Rio y en Viñales, realemente vale la pena ver esa provincia porque es preciosa, tiene una naturaleza impresionante y muy cuidada.










Me impresiono la voz de este hombre, la mejor que he oido en mucho tiempo...



































































I said goodbye




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